
CALENDARIO DE VIRTUDES
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Para adquirir las virtudes es necesario que las pongamos en juego realizando actos moralmente buenos, ya que las virtudes se adquieren a medida que se ejercitan. Esto puede parecer muy difícil, pero no hay que desanimarse, ya que no todo queda a merced de nuestra fuerza de voluntad.
Las virtudes humanas adquiridas mediante la educación, mediante actos
deliberados, y una perseverancia mantenida siempre en el esfuerzo, son purificadas y elevadas por la gracia divina. Con la ayuda de Dios forjan el carácter y dan soltura en la práctica del bien.
El abecé de la Virtud que se propone en este escrito consiste en ejercitar una sola virtud al mes, de manera que no nos distraigamos intentando trabajar muchas virtudes a la vez.
Enero.- DILIGENCIA. Cuidar y esmerarse en las acciones diarias, haciéndolas con prontitud y buen ánimo.
Febrero.- PACIENCIA. Tolerar los sufrimientos o los acontecimientos adversos sin caer en la tristeza.
Marzo.- AUSTERIDAD. Prescindir de lo superfluo y vivir dentro de los límites de las cosas realmente necesarias y útiles.
Abril.- GENEROSIDAD. Dar a los demás lo mejor, tanto de bienes materiales como de nosotros mismos.
Mayo.- CASTIDAD. Integrar la afectividad y el instinto en un ideal de vida común con el esposo/a, que capacite a la persona para entregarse en totalidad, sin egoísmo.
Junio.- JUSTICIA. Esforzarse por dar a Dios y a los demás lo que les es debido.
Julio.- VERACIDAD. Decir la verdad cuando se debe y como se debe, sin caer en la ofensa al prójimo.
Agosto.- TEMPLANZA. Moderar la atracción de los placeres y procurar el equilibrio en el uso de los bienes creados.
Septiembre.- LABORIOSIDAD. Trabajar con esfuerzo y buen ánimo para obtener buenos frutos.
Octubre.- HUMILDAD. Reconocer las propias carencias, así como los dones recibidos de Dios, sin apropiarse del mérito.
Noviembre.- CARIDAD. Virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios.
Diciembre.- GRATITUD. Vivir en constante agradecimiento por los bienes recibidos de Dios y de los demás.
Se puede aprovechar este abecé de la Virtud para hacer el examen de la noche y de la propia confesión.
Fuente: PARROQUIA DE SANTA ANA – ELDA