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Lo reducido de su terreno, sin embargo, no es obstáculo para el labriego a especializarse en un determinado rubro. Optó por la cebolla y desde hace varios años obteniendo resultados muy positivos, según comento.


Para este año, amplió un poco más su huerta donde posee además tomate, locote y repollo, pero para renta su fuerte es la cebolla.
Actualmente, tiene unas 20.000 plantas de las que espera sacar unos 4.000 kilos que vendiendo en el mercado local a guaraníes 2.000 el kilo recibirá 8 millones de guaraníes que produciendo sésamo se necesitaría de unas cuatro hectáreas de cultivo y con elevado costo de producción.
El horticultor trabajó solo porque dijo que sus hijos ya formaron sus respectivas familias, pero todos se educaron gracias a esta actividad.
Silva también cuenta con ganado vacuno para la producción de leche y ganado menor. Pese a tener una pequeña superficie de tierra logra alta rentabilidad en lo que hace y definitivamente descarta que alguna vez pueda alistarse en alguna organización de sintierras.
“No es la cantidad. El tema es usar lo que se tiene”, aseguró el poblador de la compañía Naranjaty, distante a unos 30 kilómetros de la zona urbana de la capital departamental.