CAMINO AL EXITO
CAMINO AL EXITO
viernes, 28 de septiembre de 2012

“Los tomadores son las personas que creen que su vida será siempre el total de lo que pueden tomar y obtener de todo el mundo. Siempre están pensando en conseguir, conseguir, conseguir. Planean maneras y esquemas para conseguir lo que quieren en dinero, en amor, felicidad, y en todo tipo de bien. No importa que puedan estar aplicando técnicas metafísicas, aún así serían tomadores. Pero cualesquiera que sean sus ideales espirituales o si no tienen, no importa lo que se lleven, no pueden tener paz o seguridad o satisfacción. Los dadores, por otra parte, están convencidos que la vida es un proceso de dar. Así, su motivación sutil en todas sus formas es entregarse en amor, en servicio, y en todas las formas útiles que puedan emplear. Siempre están seguros, porque saben intuitivamente que sus bienes fluyen desde adentro.” ~ Eric Butterworth en su libro “Spiritual Economics” Entonces, ¿cuál eres? ¿Un tomador? O … ¿Un dador? Sigue dando más… y más… y más…
miércoles, 26 de septiembre de 2012

“Supongamos que lees acerca de una píldora que puedes tomar una vez al día para reducir la ansiedad y aumentar tu satisfacción. ¿La tomarías? Supongamos, además, que la píldora tiene una gran variedad de efectos secundarios, todos ellos para bien: aumento de la autoestima, empatía y confianza, incluso mejora la memoria. Supongamos, por último, que la píldora es todo natural y no cuesta nada. Ahora te la tomarías? La píldora existe. Se llama meditación.” ~ Jonathan Haidt en su libro The Happiness Hypothesis Te tomarías esa píldora? Y más importante aún, ¿lo estás haciendo? Recuerda que la meditación (junto con la terapia cognitiva) es una de las formas naturales más eficaces para cambiar y mejorar tu mente.
martes, 25 de septiembre de 2012

“Tu trabajo es descubrir tu trabajo y luego con todo tu corazón, dedicarte a ello” ~ Buddha ¿Buscas vivir una vida con sentido, pero te sientes un poco perdido? ¡Entonces haz que tu propósito sea encontrar tu propósito! Nuestro propósito es más como una brújula que un camino. Y la brújula está formada por nuestros valores (las cosas que son importantes para nosotros). No te estreses por recoger la trayectoria “perfecta”. En su lugar, empieza de forma sencilla y recuerda que nuestro propósito consiste en dar, no en recibir! Trata de aplicar la siguiente fórmula: FORTALEZAS + PASIONES + SERVICIO = PROPOSITO La ciencia nos demuestra lo que el sentido común nos ha estado diciendo desde siempre. Usar nuestras fortalezas a diario nos hará más felices. Pero eso no es suficiente. Tenemos que usar nuestras fortalezas para hacer cosas que nos emocionen! Y cuando combinamos nuestras fortalezas con nuestras pasiones y encontramos una manera de “servir a los demás” en el proceso, nos vamos a sentir super-duper a propósito! Ahora, hazte las siguientes preguntas: ¿Cuáles son mis habilidades y talentos? (tus fortalezas) ¿Qué es lo que más me emociona? (tus pasiones) ¿Y cómo puedo servir al mundo con ellos? (tu propósito!) Anota tantas respuestas como sea posible para cada pregunta y luego “a propósito” juega a ponerlas en la fórmula anterior (y úsalas como una brújula)!
lunes, 24 de septiembre de 2012

¿A QUIEN INTENTAS AGRADAR? Una vez, un joven estudió violín con un maestro de renombre mundial. Trabajó arduo durante varios años para perfeccionar su talento y al fin llegó el día cuando se le pidió que diera su primer importante recital en público, en la gran ciudad donde vivían ambos, él y su maestro. Luego de cada selección que él presentaba con gran habilidad y pasión, el violinista parecía receloso ante los grandes aplausos que recibía, aun sabiendo que aquellos en la audiencia eran astutos en la música y no dados a aplaudir presentación alguna que no fuera de calidad superior. El joven actuaba como si no pudiera escuchar el aprecio que era derramado sobre él. En el cierre del último número, los aplausos fueron estruendosos y se escucharon numerosos Bravos. No obstante, el talentoso joven violinista tenía sus ojos fijos en un solo lugar. Al fin, cuando un anciano en la primera fila del balcón sonrió y asintió con su cabeza en señal de aprobación, el joven se calmó y brilló con alivio y gozo. ¡Su maestro había alabado su trabajo! Los aplausos de miles no significaron nada hasta que él ganó la aprobación del maestro.
viernes, 21 de septiembre de 2012

“Algún día encontrarás que las decisiones son libertadoras. La paradoja es que algunas de las personas más estresadas en el planeta son las personas que están congeladas por la indecisión. Hay una tremenda energía y paz en tomar decisiones. Tu equipo es energizado por un líder que puede tomar decisiones. ¿Puedes imaginar una escena de la película Braveheart donde William Wallace se para frente a su banda de hermanos y se retuerce las manos indeciso, caminando de un lado a otro, preocupado si debía atacar o no? ¿Puedes imaginarse el temor que sus tropas sentirían, y puedes imaginarlos entrando en pánico porque su líder estaba indeciso?” ~ Dave Ramsey en su libro EntreLeadership ¿Quieres estresarte? Entonces evita tomar decisiones. Sobre todo en cosas pequeñas. David Allen en su libro “Getting Things Done” tiene una idea buenísima. Es su regla de hacer siempre algo cuando esto tarda menos de 2 minutos. Toma tu buzón de correo electrónico, por ejemplo. La mayoría de las veces, la razón por la que dejamos que mensajes de correo electrónico se apilen en nuestra bandeja de entrada se debe a que estamos indecisos. “Oh, no estoy 100% seguro de que hacer con eso, así que lo veré más tarde.” Esa indecisión crea pesadillas. Basta con tomar una decisión: Eliminar el correo electrónico. Responder el mismo. O delegarlo (incluyendo a ti mismo más tarde si es absolutamente necesario). Pero no lo abras para solo dejarlo allí. Piense en esto: Si no puedes tomar pequeñas decisiones con tu correo electrónico, crees que vas a ser capaz de tomar grandes decisiones en tu vida? Así que, la próxima vez que estés revisando tu correo electrónico (o tomando cualquier otra decisión en tu vida), imagina que eres William Wallace y toma una decisión!